Publicado: 31 de Agosto de 2016

Fuente: www.elmundo.es

El número y la gravedad de los efectos secundarios de un fármaco aumentan por las expectativas y temores del propio paciente, según un estudio realizado en mujeres que reciben terapias hormonales, como eltamoxifeno, como parte de su tratamiento para el cáncer de mama.

El estudio, que se ha publicado en la revista Annals of Oncology, ha descubierto que las mujeres que tenían altas expectativas de sufrir más y peores efectos secundarios antes de empezar su tratamiento comenzaron a tenerlos. De hecho,experimentaron el doble de efectos secundarios que las mujeres con expectativas positivas.

Los investigadores aseguran que sus hallazgos son de vital importancia porque las mujeres pueden dejar de tomar su tratamiento hormonal adyuvante si experimentan demasiados efectos secundarios y peor calidad de vida. Y esto, a su vez, puede afectar al éxito del tratamiento y la supervivencia.

Pero sabiendo que las malas expectativas pueden aumentar el riesgo de experimentar efectos secundarios, el asesoramiento médico ayudaría a reducir ese riesgo y, por lo tanto, mejorar la adherencia a la medicación.

La profesora Yvonne Nestoriuc, del Departamento de Medicina Psicosomática y Psicoterapia en el Centro Médico de la Universidad de Hamburgo (Alemania) y directora del estudio, apunta que estos resultados "muestran que las expectativas constituyen un factor clínicamente relevante que influye en el resultado a largo plazo de la terapia hormonal"

En la investigación participaron 111 mujeres, que formaron parte de un ensayo clínico del Centro de Cáncer de mama de la Universidad de Marburg (Alemania). Todas ellas habían sido sometidas a cirugía e iban a iniciar la terapia hormonal adyuvante con tamoxifeno o inhibidores de la aromatasa, como el exemestano.

Los cientificos entrevistaron a las pacientes acerca de sus expectativas sobre el efecto de la terapia hormonal adyuvante al inicio de la prueba, y despuésevaluaron a los tres meses y a los dos años.

Cuando comenzó el ensayo nueve pacientes (8%) dijeron que esperaban que no hubiera efectos secundarios del tratamiento hormonal, 70 pacientes (63%) esperaban efectos secundarios leves, y 32 pacientes (29%) creían que tendrían efectos secundarios moderados o graves.

Tras tres meses, las pacientes que habían abandonado el ensayo (19) informaron de más efectos secundarios que las que permanecieron en el mismo (88). Además, las tasas de adherencia a los dos años fueron mayores en las mujeres con bajas expectativas de efectos secundarios antes de iniciar el tratamiento (87% de adhesión), que en las mujeres con altas expectativas de efectos secundarios (69%).

Unas expectativas altas de padecer efectos secundarios al inicio del estudio tuvieron como resultado un aumento del 1,8% de la aparición de estos problemas dos años después, e incluso produjo una calidad de vida inferior en comparación con las mujeres con expectativas más optimistas.

También los investigadores ajustaron sus resultados para tener en cuenta factores que podrían afectar, como los sociodemográficos y médicos. Pero, aun con estos ajustes, los resultados siguieron apuntando en la misma dirección.

Los efectos secundarios incluyen dolor en las articulaciones (71%), aumento de peso (53%) y sofocos (47%). Pero las mujeres también presentaron síntomas que no pueden ser atribuidos directamente a la medicación, como dolor de espalda (31%), problemas respiratorios (28%) y mareos (26%).